domingo, 11 de septiembre de 2011

Cronistas Conquistadores: Hernán Cortés



Hernán cortés

Conquistador español de México (Medellín, Badajoz, 1485 –Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 1547). Procedente de una familia de hidalgos de Extremadura, Hernán Cortés estudió brevemente en la ciudad de Salamanca. Participo en la expedición de Cuba de 1511 como secretario del gobernador Diego Velázquez, con quien emparento al casarse con su cuñada y que le nombró alcalde de la nueva ciudad de Santiago.
Con once barcos, unos seiscientos hombres, 16 caballos y 14 piezas de artillería, Hernán Cortés navego desde Santiago a Cozumel y Tabasco: allí derrotó a los mayas y recibió, entre otros regalos a la india doña Marina, que le serviría como amante, consejera e intérprete durante toda la campaña.
Hernán logró la alianza de algunos pueblos indígenas sometidos a los aztecas, como los toltecas y tlascaltecas. Finalmente, Cortés se vio obligado a abandonar Tenochtitlán en la llamada noche triste (30 de junio de 1520), en la que su pequeño ejército resulto diezmado. Refugiado en Tlaxcala, siguió luchando contra los aztecas, ahora bajo el mando de Cuauhtémoc, a los que derroto en la batalla de Otumba; y finalmente, cercó y tomo Tenochtitlán (1521).
Escribió barias cartas de relación la primera queda clara su intención política, la cual  no era rescatar o robar sino conquistar y poblar. La segunda fue escrita el 30 de octubre de 1520 en “Segura de fronteras”, en la cual se describe con rango de sueño maravilloso el mundo indígena como un Oriente más rico. La tercera se centra en el asedio, sitio y conquista de Tenochtitlán, desde la noche triste hasta la prisión de Cuauhtémoc y la firma en Coyoacán el 15 de mayo de 1522.
Escribió otras cartas pero no fueron tan conocidas como las ya mencionas. Se han suscitado  algunas críticas de cómo era este personaje y la mayoría concuerda con José Joaquín el cual menciona que Hernán encarna el espíritu del renacimiento y el empuje imperial de su patria. La inteligencia guerrera, política y diplomática de Hernán es absolutamente asombrosa. Se destaca su inteligencia literaria al redactar las cartas de relación un ejemplo caro son algunos fragmentos que están redactados en la segunda carta de relación:
“Y con este propósito y demanda me partí de la ciudad de Cempoal, que yo intitulé Sevilla, a diez y seis de agosto con quise de caballo y trescientos piones lo mejor  aderezados de guerra que yo pude y el tiempo que dio aquello lugar, y deje en la villa de la Vera Cruz ciento y cincuenta hombres con dos de caballo, haciendo una fortaleza que ya tengo casi acabada; y deje toda aquella provincia de Cempoal y toda la cierra comarcana a la villa, que serán hasta cincuenta mil hombre de guerra y cincuenta billas de fortaleza, muy seguros y pacíficos y por ciertos y leales vasallos de nuestra majestad, como hasta ahora lo han estado y están, por que ellos eran súbditos de aquel señor Mutezuma, y según fui informado lo eran por fuerza y de poco tiempo acá” (Cortés, 1988: 32)
“Yo les agradecí la diligencia que en ellos pusieron, y les dije que, pues estaban en su tierra, que ellos le castigasen como lo acostumbraban, y que yo no me quería entremeter en castigar a los suyos estando en su tierra, de lo cual me dieron gracias” (p:41)
Estos fragmentos son un medio interesante para descubrir y seguir leyendo parte de la historia  de la literatura Colonial.

Lista de referencias

Referencias biliográficas

Cortés, Hernán (1988). Carta de Relación. México

Blanco, José Joaquín (1992). Literatura en la Nueva España. Cal y arena: México

Referencia electrónica

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